La Magia tiene que ver con la sabiduría, pero no con la sabiduría del entendimiento, sino con todo aquello que los seres humanos perciben acerca de los secretos de la vida, de la Naturaleza en medio de la cual han vivido los pueblos casi de forma exclusiva hasta que empezaron a formarse y a crecer las grandes ciudades, y de la inmensidad estremecedora del cosmos que nos rodea con su misterioso silencio. Hubo tiempos en que el ser humano estaba vinculado a la naturaleza hasta tal punto que sabía descifrar multitud de mensajes, porque conocía el lenguaje de la tierra y sus criaturas, del viento, de la lluvia, del cielo. Sin embargo, había algo en esos mensajes que escapaba a toda explicación. Entonces se buscan respuestas mágicas. Los sentidos se abren a lo inexplicable, y captan e interpretan voces, sonidos, perfumes, formas que emanan de los árboles y las flores, de las fuentes y ríos, de las montañas y las cuevas, del canto de los pájaros o de los grillos, de la noche